Una dieta saludable ayuda a prevenir el declive cognitivo asociado a la edad.

  Mercè Boada, directora médica de la Fundación ACE dijo, según recoge Cristina Sáez en la página lavanguardia.com, que “La dieta afecta de forma clarísima al funcionamiento del cerebro y también a cómo envejece”. Y añade que “Comer variado, saludable, se puede usar como estrategia preventiva para la pérdida de cognición, de capacidad intelectual durante el envejecimiento”.

  A partir de los 55 y 75 la dieta se vuelve monótona produciendo una carencia de nutrientes, lo que afecta al correcto funcionamiento del organismo y da lugar al declive cognitivo.

  No hay que centrarse únicamente en establecer una dieta rica en nutrientes (recomendable una dieta mediterránea)sino también se ha de buscar la motivación de la persona para hacerlo. Esto requiere de un acompañamiento.