Por ello, se exponen las distintas etapas por las que deberá de pasar de forma progresiva el individuo en aras de disfrutar de la jubilación, no siendo hasta la última donde el ex trabajador acepte de verdad que está jubilado y empiece a disfrutar de esta etapa.
Las etapas que se destacan son:
- Luna de miel.
- Decepción o hiperactividad o astenia.
- Reorientación.
- Acomodación a la situación actual.
A continuación, se manifiesta el impacto emocional que puede acarrear este periodo vital para la persona, dando importancia a los factores que pueden influir negativamente en la correcta adaptación en la jubilación, de los cuales se destacan:
- Una actitud negativa y expectativas inadecuadas.
- La presencia de varios estresores presentes en el momento de jubilarse.
- Que haya sido una jubilación forzada.
- Tener una baja red de apoyo social y una disminución de las relaciones sociales tras la jubilación.
- La inactividad y la falta de tareas en las que ocupar el tiempo.
- Estar viudo, soltero o divorciado.
- Bajo nivel educativo.
Finalmente, se dan a conocer algunas estrategias para hacer de la jubilación un periodo activo y positivo, como por ejemplo cumplir sueños pendientes, potenciar las relaciones con el entorno o realizar algún curso.
Para más información, consulta en el siguiente enlace: https://www.webconsultas.com/tercera-edad/envejecimiento-activo/como-tener-una-jubilacion-positiva
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